Es los caso de fallecimiento de un familiar y este no deja testamento, muchas personas creen incluso que el Estado va a quedarse con todo, nada más lejos de la realidad. Es lógico pensar que el no existir testamente en fuente de problemas y de costes, pero la herencia sin testamento está a la está a la orden del día. Son muchas las personas que eso de realizar un testamento les causa pavor, es como si aceptaran que algún día faltaran, esto es ley de vida y el hacer testamento no es más que un simple documento para garantizar que tu voluntad se cumplirá, y que los tuyos continuarán tu legado y tu patrimonio.
Dos figuras dentro de un testamento
Las realización de un testamento es sencilla y la puede incluso realizar uno mismo a mano, es el conocido como testamento ológrafo, pero si bien esto es gratis, es mejor sin lugar a dudas realizar un testamento en un modelo oficial ante un notario, el coste es mínimo y el ahorro de problemas cuando falte el testador, es decir quién hace el testamento, para sus seres querido es grande.
El testamentario es aquella persona conocida también como albacea del testamente, es decir, no es más que la persona designada para hacer que se cumpla la voluntad reflejada en el testamento, en el caso de testamentos antes notarios es el propio notario quién hace de albacea.
Los herederos son las personas relacionadas en el testamento como legítimos para heredar el patrimonio del fallecido, lo componen los familiares antes relacionados así como hasta el cuarto grado de consanguinidad. Los herederos como hemos indicado heredan bienes y deudas si las hubiere.
Otra figura que podemos encontrar o indicar en un testamento es la del legatario, esta figura es aquella persona que es indicada por el fallecido como heredero de un bien en concreto, no participa como el resto en el total de la herencia haciéndose cargo de un porcentaje de la misma, pero si heredará un bien en concreto. Los legatarios en ningún caso heredarán las deudas del fallecido.